Edith Giovanna Gassion o por su nombre artístico Edith Piaf, es una reconocida exponente francesa, que es considerada en su país natal como un tesoro nacional.
Su música impuso en las escuelas europeas la canción francesa. La intérprete lograba transmitir canciones desgarradoras que conmovieron al auditorio, donde solamente ella debía dejarse llevar para poder traspasar todas esas emociones.
La carrera musical de Edith Piaf está muy influenciada e inspirada en su vida, la cual desde muy temprana edad tuvo que afrontar situaciones muy difíciles. Edith nació un 19 de diciembre de 1915, presuntamente en la calle Belleville del distrito 20 de París. Desde su infancia vivió la separación de dos padres alcohólicos que la abandonaron en la casa de su abuela, la cual en vez de darle mamadera, le daba una botella de vino.
Se crió en un burdel de prostitutas, lugar donde trabajaba su abuela y mayor parte de su infancia fue cuidada por estas. En su adolescencia intentó vivir en el circo junto a su padre, quien más que ser una figura protectora se volvió un explotador con su propia hija. Poco después logró escapar de las garras de su padre y junto a su desesperación por dinero comenzó a vender su voz como su cuerpo para ganar algunas monedas. La desdicha de Edith volvió en 1934, con la muerte de su primera hija de tan solo 2 años.
Sin embargo su vida dio un vuelco de 180° cuando conoció a Louis Leeppe, propietario de un cabaret que la contrató como cantante del recinto. Su nombre artístico se dio a conocer en ese entonces como Môme Piaf, que en español significa pequeño gorrión, ganando éxito por su estilo “music-hall”. Louis Leeppe se volvería la figura paterna cariñosa que jamás pudo tener por parte de su progenitor.
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No obstante la vida la volvió a castigar, el asesinato de Louis Leepe en el club que regentaba, la convirtió en la sospechosa principal de la investigación, provocando de Edith fuera un blanco fácil para caer en el alcohol y en los hombres. Su reputación quedó manchada, puesto que el público la responsabilizaba de la tragedia de Leeppe.
Pero posteriormente a causa de la segunda guerra mundial y la instalación de los alemanes en su país natal, la terminó por consagrar como artista. Se volvió rápidamente la musa de los nazis y siendo parte al mismo tiempo de la resistencia francesa, enviando cartas a los aliados y cantando canciones críticas al grupo militante, canciones tales como: "Ou sont'ils mes petits copains?"(¿Dónde están mis novios?).
Posteriormente de la guerra, viajó en 1946 a New York, conociendo al amor de su vida, el boxeador Marcel Cerdan, quien murió en 1949 en un accidente de avión. Esta tragedia, llevó a Edith crear varias canciones más populares como “L’Hymne a l’amour”, el himno de amor que estaba completamente dedicado a su difunto esposo; la adaptación de una canción argentina, “Que nadie sepa mi sufrir” al francés como “La foule” y la “La vie en rose”, la cual ella dijo que se la dedico a una amiga y que posteriormente ganó el grammy la melodía en 1998.
La carrera musical siguió con éxito con temas como “Je ne regrette rien”, sin embargo en su vida privada sufría de varios problemas físico que la llevaron a volverse adicta a la morfina, siendo necia a dejar los escenario terminó por desmayarse en el concierto de New York en 1959.
Finalmente su vida termina con sus cortos 46 años, con su cuerpo cansado de morfina deja su última canción “L’Homme de Berlín”. Su cuerpo fue embalsamado y enterrado en el cementerio de Père Lachaise, en París, con el homenaje de una multitud de admiradores. Su cuerpo murió pero su legado sigue persistiendo hasta el día de hoy.
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