ICEP3AK es un dúo ruso integrado por Nastya Kreslina y Nikolai Kostylev que fuciona elementos del trap, electrónica, witch house y pasajes de terror. La agrupación denominó esta mezcla como terrorismo audiovisual. El grupo se formó en 2013 y ha trabajado con sellos discográficos tales como Stellar Kinematics y STYLSS
Sus letras llevan una gran carga de emociones, donde gran parte de la inspiración a la hora de escribir música se basa en lo que sucede actualmente en país natal, cuestionando aspectos de la estructura política o propaganda homofóbica del gobierno ruso. Su album "Сладкая Жизнь"(Sweet Life) tiene un alto nivel de crítica política.
La agrupación también está a cargo de la producción de sus videos musicales, los cuales, como ya hemos dicho antes, tienen característicos pasajes de terror, cuyo efecto visual puede producir cierto impacto por la crudeza de sus videos.
Sin embargo, su contenido altamente político ha provocado cierta persecución por parte del gobierno hacia este dueto de cantantes, siendo víctimas de acoso y amenazas por parte de las autoridades. En una reunión del consejo de cultura adscrito al Kremlin, Pútin se ha dirigido a este tipo de música de forma despectiva, clasificándola como “sexo, drogas y protesta. De las tres, la que más me preocupa son las drogas...ese es un camino directo a la degradación del pueblo”, y ha intentado censurar este estilo de música por todos los medios.
Los artista afirmaron en el medio “Vice” de que el acoso ha llegado a tal nivel, que han sufrido de interrupciones en sus conciertos; han tenido inconvenientes en realizar sus tours en Rusia, porque la FSB (el equivalente ruso del FBI) recomendaban a los dueños de los clubes que cancelaran sus conciertos o afrontarían las consecuencias. Hubo incluso un evento violento donde el manager fue golpeado por parte de la policía.
Natasha en "Vice" se refirió acerca de la censura afirmando: “Hablamos libremente sobre temas que nos preocupan y que provocan que otros piensen. Supongo que el gobierno no sabe cómo lidiar con la cultura joven y se encuentran asustados de todo lo nuevo y poderoso. La generación que creció con el internet, que escucha música y no mira la televisión central, piensa críticamente y en unos años escogerán qué hacer con el país. Creo que eso es lo que más asusta a las autoridades: perder el control”.
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